martes, 12 de mayo de 2009

EL DÍA QUE ROMPÍ EL CASCARÓN

Cristina Brondo en Bodegas Ontañón

Cuando nací el aroma a melaza
borró las tachaduras del calendario.
Que si nacía, que no nacía,
que vaya papelón el de mi madre
(que mira nada más cuántos pollitos
se lanzan del trampolín y éste como
si nada en el Gran Consejo de Huevitos que no nacen)

Pero nací mascullando mi poco plumaje,
y que le dicen a mi madre -¡Ta' bien feo su hijo!
-¡Aviéntelo al agüaje!

No, es mi hijo, mi gran leopardo de algodón,
la estrella de mis noches anegadas.

¡Qué largo es el itinerario para el festejo!

Bienvenido al mundo Pollito, el más valiente de la granja.

Desde Pulidín City

Chincho, you shock me all night long, baby

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