jueves, 9 de enero de 2025

KAT MOSS ESTUVO EN CASA

 




Yo siempre confiaré en un joven punk,
en sus fracturas de costas bravas,
en su grito y alto disederátum,
nada de “compañeros poetas”,
ese cinismo según revolucionario
Yo siempre confiaré en un joven punk,
en su cadena de no comidas diarias,
en su comité obrero con más derrotas
que victorias,
en su vacío de niño con sus monstruos
al lado,
acompañándolo
Yo siempre confiaré en un joven punk,
en su demiurgo de caballos cabalgando
su falsa guitarra eléctrica,
en sus movimientos de manos,
en las cosas que ocurrieron
(los oscuros murciélagos de su cerebro
dando vueltas en sus ojos en blanco)
Yo siempre confiaré en un joven punk,
en su furia de lobo ciego,
en su reloj de sobrevivencia,
su sangre
Yo siempre confiaré en un joven punk,
en su grito a la cara del sistema y sus espejos,
en los dragones que se devoraron al unicornio azul,
a los mercenarios de La Habana,
su disquera
Yo siempre confiaré en un joven punk,
que morirá solo, insuficiente,
como una carta a medias,
en la calle más sola del mundo
Luis Daniel Pulido

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