sábado, 16 de agosto de 2014

EN LA MANSIÓN WAYNE, UN HOMBRE QUE EXTRAÑA A SUS PADRES, ESCRIBE


A Georgina Fernández Ríos

Cada día me enamoro más de ti;
yo, un hombre al que le ha pasado de todo:
luminosos mares del Caribe,
mujeres en mi cama de Europa del Este,
bartenders que platicaban de literatura cubana
y hablaban francés al oído de quienes poníamos
la cocaína y el dinero y la ortografía en los pasaportes

Yo, un hombre que el amor le llega en números a pagar, 
postales que hacen de ciénegas o desiertos:
balón de gajos blancos en una disculpa que se quiebra

Yo, un hombre sin el aire puro de los niños,
ciego o casi ciego, con su propia tierra de cultivo:
astillas de un barco de madera,
un corazón de lobo hambriento en el pecho,
la bilis sanguínea en copos de nieve,
un hombre que decide no iniciar otra guerra



Luis Daniel Pulido


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