jueves, 20 de septiembre de 2012

¿DE QUÉ SIRVEN LOS BUENOS HIJOS, LOS PADRES LLORONES?



Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; Méx. octubre 2010

Ayer fui a un evento, a la exacerbada gala
del artista que presenta su obra y no tiene
causas complicadas, la encomienda del genio
que desempolve carpetazos de speedballs
o escriba a mano cuadernos de arsénico
que se le atraganten en el alma

Estaba, pues, en el mundo feliz de los hombrecitos
que se apapachan en los carretes fotográficos
de los años escolares, con los padres que lloran
el pequeño cirquito romano

Estuve, hipócrita, viendo la carroña y el pillaje
de los buenos corazones, la flor que se desangra
en las crayolas ponzoñosas que al paso de los años
aún conservan los dientes filosos

La felicidad en el éxito es descarado, de lo contrario
para qué sirve tener tanta familia que celebre dibujitos,
cancioncitas, poemarios, a los cerdos de la abogacía:
los coyotes cobrizos de los títulos universitarios

Si no fuera por el particular montaje de la vida en rosa,
el cruce de voluntades, la sangre vital de la mujer
orgullosa de ser “chica balún” y del incalculable
valor de su móvil LG Optimus black en 3D,
pensaría que la vida no vale nada sin un padre o una madre
(el orden no importa, créemelo)

La verdad: no es para tanto. Mañana estaré totalmente ciego
y extrañaré tus nalgas con las que demolería los malos pensamientos.


Luis Daniel Pulido

2 comentarios:

Diana Vanessa Buscaglia Rodríguez dijo...

Rock and roll puro!!!

Besos!!

cati covarrubias dijo...

La verdad: no es para tanto. Mañana estaré totalmente ciego
y extrañaré tus nalgas con las que demolería los malos pensamientos!!!!

Me calientas, ja!

Un besote!!!!