miércoles, 7 de noviembre de 2012

POR UNA CIUDAD DE ROQUEROS (NO IMPORTA SEAN GORDITOS Y QUE USEN LENTES)

Foto: Brotograhs

A Marina, este texto y su respectiva canción y video; con todo mi amor
Una buena idea es radical, no aspira a la derrota, añade textos, bibliografías, libros, música, procesos, términos, sistemas, y aún así se deriva y se corrige conforme nos vayan favoreciendo o no: es un engranaje que toma diferentes cursos y no sólo el de la denuncia fácil, el de voluntades manifestadas, el de un resumen de reproches.
Las ideas no pueden ser víctimas de tendencias, aunque en lo superficial pareciera que de eso se trata. No confundamos. Una ciudad de ideas deliberadamente creada en temas, convenciones y acuerdos, es una cápsula publicitaria middle class.
Con todo respeto a los generadores de estas “ideas”, no pueden basarse en confianzas comunes, generalizadas, donde se diga que tal o cual debate tengan una duración promedio, un intermedio de Doritos, una entrevista a los nuevos intelectuales teóricos: Los Tigres del Norte. No me jodan.
Una idea, es cierto, es espontánea y entiendo que para algunos no pasa de la ocurrencia y para otros es un juego político y para otros es como la rana que sale varias veces a la superficie y se hunde en su signo de interrogantes, pero conlleva sangre; y si eres susceptible a pensarla, te inquieta.
Por eso una idea no puede ser el cuerpo social de una malograda democracia, extractos de coros idiotas de conciertos en palenques, la exposición masiva de “pensantes”. Es una lucha prolongada que exige más de un acuerdo, porque de no ser así, nos reducimos a un “tuit”, a 140 caracteres, a un apóstrofe, a un punto en la nada.
Pensemos, pensemos…
Luis Daniel Pulido

1 comentario:

LoLiTa dijo...

Estoy de acuerdo, mjú!!