domingo, 18 de septiembre de 2011

FELIZ AÑO NUEVO, MISS CANADÁ

Foto: Nastasia Alberti


He dejado de llenar formas,
he tachado algunas partes de este libro
que leo y administra la construcción
de nuevas fuentes para declararte
la guerra

Ya sé: Se termina el año y compartimos,
en pérdidas y ganancias, cifras muy parecidas;
pero ambos sabemos que firmar la paz
no garantiza la fiesta y por eso disparamos
primero

Quisiera, y eso lo sabes tú más que nadie,
escribir residencias de hombres valientes
que se vuelvan locos por tus nalgas
–roqueros, no patriotas, no caudillos–
que rompan huesos y bailen como buenos
samaritanos entre mujeres desnudas
de una tribu africana

Que la razón no sea salomónica,
polvo de sus propios lodos;
que una noche baste para desmentirnos
y hacernos trizas, y por supuesto,
sin dejar escuelas o tendencias

Por eso lo único que pido a Dios es que te desnudes
en mis manos como aquélla noche en el Grand Théatre de Ginebra;
que el tiempo y sus ciento cincuenta metros de marcha no se lamenten
de volvernos contemporáneos

Es fin de año y toda mi esperanza está en tu boca,
jamás en la palabra de otro

Diciembre, 2009; Oaxaca, México


2 comentarios:

LoLiTa dijo...

Esta boca... es tuya

Karen Kawakabu dijo...

Por este poema te hago un streapteas,jijijiji

Besitos