jueves, 18 de febrero de 2010

VISTARAMA (Y AQUÍ EMPEZARON LOS SUEÑOS)*

Liz Gallardo

Mis compañeros de camino se reservan palabras,
se olvidaron de que algún día fueron tártaros salvajes
que chutaban a gol contra las puertas en busca de calentar
la cama con un balcón lleno de mujeres


Hoy son piedras de todos los edificios
y matan dos pájaros de un solo impuesto contable,
prueba de ello es que ya no crean belleza
sino ciudades


Me han invitado a algunas donde carteles,
hoteles y departamentos no se niegan a revistas de moda,
a horarios con sobresaltos que nos llevan a restregarnos
los ojos frente al espejo del lavabo y escuchar cómo camina
la muerte en el sartén lleno de aceite


Nada tengo en Chiapas –ni me preocupa tener-,
prefiero los pequeños circuitos donde sufren esguinces
los autos de carrera, cada fractura de huesos por los niños que fuimos,
la Atlántida de firmas de nuestros héroes hundiéndose en la pantalla
del cine que fue demolido y sin embargo nunca abandonamos la sala


Es el cine donde me encuentro a Liz bajo la lluvia
acompañada de Stendhal, Rosellini y Barbarella;
y yo, tranquilo, como Polanski, me llevo el terror a otra parte


No lo olviden: sólo salvan los ojos infantiles de la belleza,
las casas con muebles provisionales,
los poemas que no dicen y esperan nada


*El cine Vistarama de Tuxtla Gutiérrez fue uno de los más bonitos del país en los años 70



11 comentarios:

Karen Kawakabu dijo...

Como me hubiera gustado ir contigo a ese cine, comer palomitas, leer un libro, escribir un poema como este

Besos

LoLiTa dijo...

Aaauuuuuuuuuuuuuuu

luis daniel pulido dijo...

Karen:

Igual a mí, había una enorme sala donde se podía platicar antes y después de las funciones...y una dulcería de poca...y unas tortas riquísimas

Beso

Loliux:

Uuuuuuuuuuuuuu (con canción de Metallica)

Fernando Trejo dijo...

Mi querido Chincho, todavía me tocaron ver 3 películas en ese majestuoso cine. Y lo recuerdo tanto por el olor a sus palomitas y el -intermedio- para comprar chocolates. Ahí besé a mi primera novia y cómo olvidarlo. Gracias por todo, amigo. Pepito.

Alejandra dijo...

Dani:

Maravilloso poema, y vaya cine, cómo olvidarlo. Además las palomitas que vendían eran súper sanas, de las caseras pues, no esas retacadas de grasa y maíz trasgénico de los cinépolis.

Pero tu poema "lizgallardense" me deja sin aliento

Besos

Nicole dijo...

Qué poema, muchacho, pero el cine no ha sido demolido, es utilizado como salón de eventos para una iglesia cristiana.

Y sí, veo que ya instauraste una nueva corriente poética, ja

Besos

Denisse. C.C dijo...

Nostálgico, apasionado, viril (que esto ùltimo como le hacee falta a la poesía)

Para mì que tienes pacto con el diablo

Diana Vanessa Buscaglia Rodríguez dijo...

Vengase un fin de semana a Monterrey, le pagamos todo, piénselo

Besos

marianatrenz dijo...

Gran poema. Me gustó mucho.

Besos

cati covarrubias dijo...

Y todo ese mar de nostalgia celebrando la belleza de la mujer jalisciese, como solo tú sabes hacer

Besos

GODDES dijo...

Ah, qué cine. Cuántos recuerdos. Hoy, lejos, ya casi me he olvidado de lo que viví en Tuxtla. Fue en ese cine que hice tremenda cola con mis primos para ver el estreno de Star Wars. Y sí, después de la función, todo parecía un sueño.

Va por eso un beso tronador