miércoles, 10 de abril de 2024

LOS EXTRAÑOS CAMINOS DEL DR. DOOM


 

Recuerdo mucho esos atardeceres en el Tec de Tuxtla Gutiérrez,
última generación de bachillerato,
la invasión coiteca –viajeros cansados de despertar
en el mismo lugar;
sus mujeres, ah, sus mujeres dieron sombrita
a la Unión Soviética, a mis discos de Judas Priest;
y vi el futuro: se me caía el pelo y era gordo y le hablaba
a un perro “veo en tus ojos bendición y amor”
Recuerdo que nos sentábamos en círculo
en el césped a escuchar canciones,
puro heavy metal británico,
cortesía de mi querido amigo Miguel Bolaños
Y pasaba Mónica Corzo y les decía a mis amigos
“cállense, perros”;
bueno, no dije eso, pero lo hubiera dicho
si la timidez no me hubiera atravesado
el pecho o la lengua o la filosofía
o la ética… mi ojo izquierdo
Pero dije que vi el futuro
y Mónica se fue 35 años a Noruega
Ahora somos actores,
de los buenos, pero esa es otra historia
y en estos momentos tengo hambre:
me como un nuegadito, un dulce muy rico zoque,
cuyo origen…. ¡No es Villaflores!
Ahhhhhh
Recuerdo el sol de esas tardes,
a mis amigos Carlitos Dávila, Paco Bello,
y el gran Julio Gordillo Camejo,
jugando futbol en las canchas de tenis,
vagos con los que muchas veces fuimos
campeones en la Ciudad Deportiva
De Futbol de Salón y ese equipo a vencer
del que luego fui parte: Chamulas Power
Y los vencimos pero conservo el precio:
dos moretones de sendos cañonazos,
uno de “El Chino” Sergio Jiménez
y otro de Luis Pedrero
Pero no pasaron
Ya luego mi amigo Gaby,
en un acercamiento a la excelencia,
a contar con un portero sexi,
me invitó a jugar con ellos
Ya con más experiencia
y por la distopización de la izquierda contemporánea
o porque quise ser el héroe de una película
o por amor o desamor o las aguas de mandarina de la Tía
y desafiar la salmonelosis,
regresé al Tec para cantar con ellos
“campeones, campeones”
Por si no los vuelvo a ver…
Luis Daniel Pulido
Ilustración: Ramón Castro

domingo, 7 de abril de 2024

ORACIÓN (PARA BAILAR EN EDIFICIOS ALTOS)*


 

Pido porque las cosas raras
que pasan en el trabajo o en el aeropuerto
sean como una película de Werner Herzog,
que las filmografías no sean tan serias
y den chance a comer –sin remordimiento–
a la madre patria y sus diferentes tipos de quesos
Nada de “un soldado en cada hijo te dio”,
el espacio en blanco donde te exigen firmar
Pido porque los treinta volúmenes
de la Comedia Humana de Balzac
ayuden a la redacción del funcionario
contemporáneo,
y redescubra el disco de rock del año
Pido que nadie te apunte con un arma de fuego,
el elemento clave de la “mejor” democracia
y su presidente: acento aceitoso de ríos de sangre
La Constitución mexicana
Y la bandera
No, nada que opaque o termine una vida,
la memoria de los árboles,
el concierto extraordinario,
tu protagónico en el festival de cine
contra los estereotipos raciales
¡No pasarán! –otra vez, gritaremos
Y que si el neobarroco y la mejor
película de aventuras de hace cuarenta años
Y mi amada Kathleen Turner
Nada de nacionalismos ni de salvar a la patria,
el botín financiero de los que nos han llevado
al agujero, el vacío, los espacios urbanos:
el gigantesco arte de lavar dinero
Pido porque nadie te haga daño,
que nada te toque,
y se me vaya la vida en ello
Mi corazón en la mirada de un gatito,
es lo que ofrezco
Luis Daniel Pulido
*Del libro De Música ligera y otros temas

sábado, 30 de marzo de 2024

MANIFIESTO PUNK CON BOCADILLOS GOURMET


 

Yo no tengo nada, no heredé bienes,
no tengo una lista detallada de géneros literarios
en los que hago mi trabajo,
no conservo el dominio de la atención a los sucesos trágicos,
pero tengo amigos que le han pasado encima a Polonia
jugando futbol o al menos esa impresión me dan,
por su seguridad o simplemente por consumar la conducta
económica del “ganar o ganar”,
circunstancias, las mías, de tener unos pesos
haciendo publicidad o correcciones o asesorías
para darle su lechuguita a la consideración, los estímulos,
las satisfacciones inmediatas, el ocio
En una de esas me convierto en uno de ellos,
sociólogos de la paz y la violencia,
proveedores de periodistas en Chiapas
Pero no vine a eso,
a honrar el riel de la tambora,
a doblarle las manos a los hoteleros,
vine –porque me enviaron un video–
a escuchar lo que dijo María Asunción Aramburuzabala,
y platicar sobre responsabilidad fiscal y burguesías
evasoras y que no todo dinero es mal habido
Y es cierto, como tan cierto es que yo estaba
escombrando un terreno y cobraba 200 pesos,
y no sé qué hago aquí picando bocadillos modernos,
si tan sólo soy un hombre sudoroso
y sin la gracia de Dios –por poner un caso–
de no ser el maldito Caballero de la Noche
Luis Daniel Pulido

miércoles, 20 de marzo de 2024

ODA Y TRIBUTO A JUDAS PRIEST (EL VIVE LATINO QUÉ)


 

Que mucha lucha social,
penúltimos conciertos de rock mexicano,
indie, corridos tumbados,
responsabilidad afectiva,
lenguaje inclusivo
Va que va –digo
Y la música nueva
y el vinito tinto
y oraciones por Palestina
(estoy de acuerdo)
Pero, damas y caballeros,
niños y niñas,
el MeToo y la memoria colectiva,
This is not Natalia Lafourcade
El mundo es otro,
las chicas Almódovar,
el clasismo y el top ten,
lo estimado y desestimado,
el caos
Hasta que vuelven mis viejitos
con nuevo disco bajo el brazo,
¡Judas Priest in da jaus!
Y lo que me dice Gina:
“por eso no tienes novia”
Va que va –digo
Mi papá no es el suegro de América Latina
Ni que fuera Chayanne
(Mejor chango)
Y vuelvo a escuchar Invencible Shield
Destapo mi Ensure
Luis Daniel Pulido

NADIE ME OBLIGÓ A PARTICIPAR EN LAS GUERRAS (Y PERDERLAS)


 

He vivido por años en una nube
o en un lugar remoto o en silencios inexistentes,
en algún punto allá en el cielo
mientras las cosas pasan:
la ratita de Navidad en los basureros,
el maestro de español y su amargura
por no ser un escritor famoso,
el abrazo de Acatempan,
el acceso universal a los mitos
de la izquierda y sus zares
que se enriquecieron en Chiapas
Alguna vez escribí sobre ello
y los confronté
y me respondieron
“nueva foto de perfil en las redes sociales”
Pero volví a mi mundo o a mi planeta,
a un pueblo ajeno y sus 40 grados de temperatura,
una cerveza
A las canciones de rock como respuesta a todo:
la crítica de Nietzsche al cristianismo
y la participación de la concurrencia
en las elecciones y el instinto que tienen
algunos animales por la sangre
Es decir: todo pasa y los peces no pueden respirar
Y las puertas se cierran
Luis Daniel Pulido

viernes, 15 de marzo de 2024

EL MELANCÓLICO POEMA DEL HOMBRE VERDE


 

Ya no puedo decir “en multitud de ocasiones”,
ver semidesnuda a Sigourney Weaver,
el sueño que me provoca el cartel del Vive Latino,
el piano sutil de una canción a lo lejos
sin bostezar algún vestigio de sol
o de tormenta o de viejo cuaderno
La vida ya no va en los discos dobles
preferidos: el Made in Japan de Deep Purple
Ese de Rainbow con Ronnie James Dio
en Alemania y su portada de Quijote sonoro
o de Obsceno pájaro de la noche
Tiempos idos de comerciales inolvidables:
de Nike y Reebok
Uno de Coca Cola con la canción de Simon and Garfunkel
Y yo de niño viendo en la tele al Hulk
de Lou Ferrigno
Y pararme y gritar como el hombre verde
Hasta que mamá servía la cena
Luis Daniel Pulido

sábado, 9 de marzo de 2024

MAMÁ Y PAPÁ

 


Mi padre tenía cincuenta y dos años
y mi mamá quince cuando se fueron a vivir juntos
a la Terra Incognita, a un cruce de senderos,
al Libro de la Selva
El amor no era un ramillete de flores,
pero sí una enorme casa de puertas abiertas:
pájaros heridos de muerte,
el silencio cómplice o de agradecimiento
de una joven huérfana
Que no sabía de abortos ni de la píldora anticonceptiva
ni de trenes que llegaron del norte
ni de exégetas de la vida moderna
Tuvo hijos de luz y sombra,
no supo evitarlos
Y siguió siendo niña y escuchaba radionovelas
y mi papá le enseñó a escribir y leer
y un día, ella, me llevó a ver películas de luchadores
No conoció a su papá ni a su mamá
ni el Empire State ni de qué iba la Segunda Guerra Mundial,
pero hacíamos aviones de papel y bombardeamos
las reglas hegemónicas de la educación pública
“Te voy a contar un cuento….” me dijo todas las noches
No tuve abuelos
Mi padre ya era viejo
Y mi madre me enseñó a pelear,
a caminar sin miedo la tierra silenciosa
que deja la muerte
Y Conan El Bárbaro
Que buscan un ojo en el fulgor de las estrellas fugaces
Luis Daniel Pulido