sábado, 28 de noviembre de 2015

HAY MUJERES CAPACES DE DESATAR UNA GUERRA CIVIL EN LA COCINA Y HOMBRES QUE COMO YO QUE MASTICAN PEPITAS Y AGUANTAN VARA



He oído mucho sobre relaciones humanas,
de contar con los dedos de las manos el número de buenas personas,
los errores cometidos, las cantinas visitadas,
las guerras mundiales en la cocina,
los huevos que me estrellaste en la cabeza

Mujeres enojadas como bombas atómicas
que desintegraron mis ojos, mi cuerpo, los brazos
y las piernas, mis huesos, los castillos renacentistas
de la próxima mentira: jamás puse un billete
de quinientos pesos en la tanga de una stripper,
–soy totalmente tuyo, mujer de ojos negros
con carácter de Margaret Thatcher –agregué,
supongo, para sacarte una sonrisa

Nada

Alguien suma mi nombre a la lista de malentendidos,
a los discos aburridos de Simon & Garfunkel,
a la tierra prometida de los alimentos orgánicos

Nada

Hoy, cariño, ya sin ti, vuelven los eructos
y los “yupis” y las cervezas a la mesa;
y el Carmina Burana, Asgard y comer con las manos

Ya mañana te envío flores


Luis Daniel Pulido

jueves, 26 de noviembre de 2015

VÍCTOR VON DOOM NO SABE APAGAR EL FUEGO




Es difícil –como es difícil enseñar a dormir al perro
en el jardín, no ensuciar de leche el borde de las tazas
de cereal, evitar las ganas de arrojar al aire sujetos
que se creen narcotraficantes– hacer de la poesía
cosa sencilla

Más de cuarenta años y no aprendo los modales
de la gente respetable, a comer con cubiertos
los cortes argentinos de la vida moderna,
de los buenos matrimonios venidos a menos;
y es posible que tire al piso restos de comida,
qué sé yo: no quiero ver de qué están hechos
hombres y mujeres que religiosamente hablan
de arte como arbitrio y consejo para las páginas
de sociales

Espíritus que se empeñan a tareas superiores,
a ser soldados de otros ejércitos,
legítimas voces –ya sea en una antología,
un discurso o un amparo de favores–
de cacarear el huevo y no amarrar los perros
cuando tú les apuntas con el dedo

Así esto de sacarles el queso de la ratonera
y que no sepan hacer los dobleces de los aviones
que vuelan en el salón de clases


Luis Daniel Pulido

lunes, 23 de noviembre de 2015

ME DUELES EN EL ALMA (PERO TAMBIÉN PAGAR SPOTIFY Y NETFLIX Y QUE NO ME PELES)



A Gina


Y tomas una llamada
–supongo que de larga distancia–
y hablas de poesía en voz alta,
de la hija de Rapaccini,
de que sacaste copia de las llaves de la casa,
que sigues subiendo los pies al sofá,
que eres una idealista por la paz del mundo,
una “openmain” hippie de Canarias
y que te interesó Shopenhauer
desde los dieciséis años

Y ya no sé si tolero todo esto por amor
o paciencia o si sumo en automático
otro acto de desaparición a tu expediente;
igual estiro la mano hacia la mesa
por azúcar o sal un cerco policiaco,
cortes a la cebolla,
actitudes del súper hombre al que le importa
un carajo si te vas al fin del mundo
o Nabovaxia o la vuelta de la esquina

Que no me importas, me digo mentalmente,
y me pongo los audífonos

Una pena, de verdad, una pena
que no sepas la clase de sándwich
que me preparo, para mí solito,
en la cocina

Méndiga


Luis Daniel Pulido