viernes, 23 de septiembre de 2011

EL REGRESO DEL HALCÓN MILENARIO

Ramona Flowers


A Chari Coello, con afecto, cariño y sorprendido por los años que hicieron crecer a los niños que vi en mi barrio y yo sin darme cuenta

He platicado –en La Puerta Abierta– que te conozco
de hace un buen tiempo, que me di un gatillazo de cocaína
en el pecho y que entre por qués y maldiciones nunca
quise hacerlo

A veces mi temperamento sugiere la lectura intensiva
de un bonito recuerdo, la posibilidad de escribir
sobre el amor en las formas más sencillas,
que voluntariamente o involuntariamente
nunca diga esto ocurrió en mil novecientos
y tantos hasta este preciso instante que leo
a Proust, Waugh, los lumínicos de Victoria’s Secret

No creo en la paz como medida de agua mineral
o porción de tierra, creo en los grandes barcos
anclados de los apagones, en los bombarderos
de sedantes, en el vaho que arroja cosas al vacío

Hoy –dicen– me parezco al niño que fui:
He vuelto a perderme, a cortar el pan
en cuatro partes, a preguntar a qué horas
saldremos a la caza de las criaturas interplanetarias
que ponen en riesgo la señal por cable,
el proyecto “George Lucas para la Universidad
de Vermont”

Ojalá –pido– vuelvan las tienditas de las esquinas,
he inventemos palabras como azturtertirpurgruppen
y resoplemos el fondo vacío de los Boings de mango
y este país sea otro: sol ártico, isla del tesoro,
el Halcón Milenario





jueves, 22 de septiembre de 2011

TLAXCOAPAN, AYER POR LA NOCHE

Foto: Ami Ürbich


Es un hecho que pienso en ti;
por momentos, en el día, hago
contratos grandes de amor contigo
y somos protagonistas de una comedia
romántica de los años cincuenta
(a nosotros qué nos importa el 3D,
el espionaje, que nos pasen en la
matinée de los sábados)

En las tardes voy a mi cita con el médico
y le platico de nuestras ganancias en taquilla,
de que nos pillaron en las afueras de un motel
y saldremos publicados mañana en el Variety
porque ambos somos grandes actores,
además de tomar café juntos y ser amantes,
que nos enamoramos por primera vez
en el cruce peatonal de una ciudad con balcón,
octavo piso y cafetera

En las noches, y quizá porque el transporte
es caro, tardado y poco confiable,
nos ponemos tristes como una pareja sin hijos,
como el reverso de los discos de Portishead:
glaciares de un bosque andino o canadiense,
una cajetilla abierta de Camel,
pins que diseñaste y donde dices que el amor
si dura, dura el día entero

Por eso tomo el teléfono,
leo tu mensaje y marco y te confirmo
que las cosas siguen en su sitio,
donde las dejaste y donde empezamos
de nuevo

miércoles, 21 de septiembre de 2011

POR FAVOR, MÁS MIEL A LOS WAFFLES


Hoy es miércoles 21 de septiembre, según el calendario,
las mil quinientas placas blancas que como ases bajo la manga
caen sobre la mesa metropolitana de esta ciudad que desde
hace tiempo no es una pareja joven en el cuadrante AM
de una rancherita de esas donde debes morir por amor,
mujer, cosecha, narco o tierra

Morir, que eso dibuja en el aire el hombre que se fue de casa
cuando ve el reloj, va a una fiesta, pasa el dedo índice en la hoja de afeitar
y a unos pasos la persiana abierta deja ver el sol que entibia los muebles
y a pesar de ello siente frío

En lo particular –un sofá, un pequeño estéreo, cinco libros
y el diente de leche que el ratón no se ha llevado–
no creo en la taxonomía nacionalista de los que escuchan
a Valente Elizalde, el desahogo en los discos de los “gruperos”,
en el grito para dar cuenta de lo que somos según el evangelio
de matones y outsiders

Lo mejor para mí es abordar sin motivos ideológicos,
medievales o renacentistas mis discos favoritos:
el Dark side of the moon o cualquiera de King Crimson

Lo siento: nunca recurro a las viejas lecciones de los viejos maestros,
tampoco canto el canto a Chiapas ni me importa el día más importante
de sus vidas

Conduzco, cuando escribo, en carriles de alta velocidad;
y la muerte, amigos, no es el pliego incriminatorio de corridos
y mariachis

Mil veces Steiner en una futura marca de heroína en la playera
del Bayer o en una idea que no sugiera líneas de batalla
y sí un poco más de miel a los waffles




lunes, 19 de septiembre de 2011

CANCIÓN DE AMOR UNPLUGGED



El corazón sabe que antes de empezar la guerra
caeremos abatidos por el primer día de la semana.
Ya otros de encargarán de reclutar los próximos talentos;
y no hablo de Cupido de Dios o del diablo sino de un sicario
trasnochado, la señorita que hace cortes de caja a la medianoche,
el señor que corre a los niños del parque

El amor existe, es un instante,
y por eso no debemos perder minutos;
mañana nadie reprochará nuestra condición
de extraños y que nos quede poco tiempo
de vida: tú no quieres volverte irresistible
y yo no quiero escaparme de ti en un espejo
donde mis ojos sean el aullido de los perros
en la madrugada

Cancún, Quintana Roo; México. Verano de 199*

domingo, 18 de septiembre de 2011

FELIZ AÑO NUEVO, MISS CANADÁ

Foto: Nastasia Alberti


He dejado de llenar formas,
he tachado algunas partes de este libro
que leo y administra la construcción
de nuevas fuentes para declararte
la guerra

Ya sé: Se termina el año y compartimos,
en pérdidas y ganancias, cifras muy parecidas;
pero ambos sabemos que firmar la paz
no garantiza la fiesta y por eso disparamos
primero

Quisiera, y eso lo sabes tú más que nadie,
escribir residencias de hombres valientes
que se vuelvan locos por tus nalgas
–roqueros, no patriotas, no caudillos–
que rompan huesos y bailen como buenos
samaritanos entre mujeres desnudas
de una tribu africana

Que la razón no sea salomónica,
polvo de sus propios lodos;
que una noche baste para desmentirnos
y hacernos trizas, y por supuesto,
sin dejar escuelas o tendencias

Por eso lo único que pido a Dios es que te desnudes
en mis manos como aquélla noche en el Grand Théatre de Ginebra;
que el tiempo y sus ciento cincuenta metros de marcha no se lamenten
de volvernos contemporáneos

Es fin de año y toda mi esperanza está en tu boca,
jamás en la palabra de otro

Diciembre, 2009; Oaxaca, México


jueves, 15 de septiembre de 2011

BALADA PARA LUPITA CALVO



Foto: Nastasia Alberti


Apareciste en mi vida y no fue en el tráfico
de las nueve de la mañana, en el jardín de niños
de la vuelta de la casa; como parte de un pacto
con los consejeros de paz, en la cafetera del autoservicio,
en la tienda de mascotas que todo niño lleva por dentro

Mucho tuvieron que ver los policías con uniformes
de sulfuro y azufre de la literatura; los perros que olfatean
la emoción, las suelas de los zapatos, la punta del bastón
para firmar antologías y renacer una y otra vez en ellas

Una pena pues la inmortalidad en esos casos
dura un par de días, a pesar de adiestrar listas
de “éxitos” como todo radioaficionado que espera
ronroneen los gatitos oscuros del ánimo

Confieso: No creo en el amor si no hay pizza
de por medio, queso helado, eructos discretos,
servilletas que quiten con suavidad los restos
de mantequilla de tus labios

Y creo –como el quarterback que gana el Superbowl–
en los tiempos libres

Después de todo no existe poesía sin un hombre
de manos fuertes




miércoles, 14 de septiembre de 2011

INDIANA JONES EN BUSCA DE LA MUELITA PERDIDA




A Lupita Calvo



No soy un hombre de negocios,


nada sé del gasto público,


asuntos fiscales, de codicias irrestrictas




Tampoco soy dentista y no puedo


hacerte el reembolso por tu dolor


de muelas




Hago esquemas, poemas que se asemejan


a programas de radio; diseñador de Converse,


porterazo de los domingos por la mañana




Me gusta tutearte con el “tú” sencillo


de los que comemos pastel sin cubiertos


y no nos da vergüenza




Soy tímido y no me voy a la cama


sin antes contar uno a uno mi colección


de aviones; ya sabes, el Lupita Uno,


el Lupita Dos, el Lupita Tres, el Lupita Cuatro,


el Lupita Cinco




Tengo que aprender a morder suavemente


lo que el cielo nos da, y he pensado


–para reconstruirte tu muela–


en los relámpagos de betún que traeré


de la Antártida




Te lo prometo



domingo, 11 de septiembre de 2011

EL DESAMOR TAMBIÉN ES UNA FIESTA


No sé cuánto viva, si volveré con mobiliario

y agencias de viajes para robarte un beso,

dedicarte otro libro, pagarles a las aseguradoras

por tus corajes y limitar mi responsabilidad civil

a eso: a pagar a tiempo


Hasta donde sé he cubierto los daños materiales,

las asesorías por tu mala ortografía: un rebaño

de ovejas a tu relojito de arena


No olvidemos que cada quien ha echado mano

de despedidas, puntos y apartes, fiestas de viernes

por la noche: bodas amargas en webs que para nada

nos hicieron afines (y ni tú deberías pedirme libros

y ni yo escribirte poemas)


Se supone que las despedidas nos entierran

en iglús, áreas verdes, las playas de Melbourne

y no convocan rondas de recuerdos,

lunas de miel online, kermeses en Santa Mónica,

enormes listas con buenos deseos


Al menos yo no quiero otra oportunidad,

que respires con snorkel en una de mis costillas,

tampoco tus guiños ni tus parpadeos ni tus manos

juntas pidiendo al cielo por mi salud


Déjame morir tranquilo y vuelve a Tijuana

y sé la señora de Murakami, Betjin o Scarpetta


Yo me quedo con los discos de Rosendo

sábado, 10 de septiembre de 2011

¡QUÉ DIABLOS!




Fotos: Blackjean



Dicen que me voy a quedar ciego porque soy un niño cruel y malo, un verdadero ser del infierno que ni tiempo tiene de rascarse la cabeza cuando lo regañan y le dicen –¡Pero hay un Dios, un Dios que todo lo ve!



He sido malo, y saben, no quise serlo. Los cuernitos con los que nací exigían acción, enterrar ratones vivos, seguir las luces que se cuelan cuando dibujo en el aire cohetes para celebrar mi propio año nuevo.


Era bonito ver, seguir el hilo de las explosiones, bajar la vista, tener pinta de niño bueno.



Pero soy un niño malo, y eso es triste porque los niños malos –me lo acaban de decir– se quedan ciegos por la maldición en la que somos envueltos para ser tirados a la calle.



Si no fuera por el amor de mamá, el nivel de las aguas infernales subiría, subiría hasta ahogarme, y quedaría del tamaño de una bolsita usada de té de manzanilla o maltrecho como cosmonauta en el primer vuelo espacial alrededor de la Tierra.



Fue bonito ver, hasta portero de un equipo importante fui donde viajaba y hasta se me olvidó que era malo porque ganábamos todas las finales y celebraba siempre a la memoria del temible Hombre de arena.



Claro, mi destino era ser malo y quise robarme una niña y fue así mi primer beso, los trapecios para verle las piernas, el ártico donde escondí por miedo a perderla el Unicornio que Dios da a las personas buenas.



Hoy, y después de tanta maldad, me voy a quedar ciego.



Mamá dice que siempre me tomará de las manos sin importar que con ello desafíe a los arponeros de la bondad, los escenarios de un mar en calma, que gritará conmigo goles o denuncias, o como papá: me llevará a un juego de los Yankees.



Es verdad, me siento mal y un poco triste, pero eso pasa cuando se queda sin oxígeno el cerebro en la hora del parto, y de eso hace ya muchos años.


*Fragmento del libro autobiográfico Prohibido degollar patos





domingo, 4 de septiembre de 2011

OTRA CANCIÓN TRISTE DE IAN CURTIS QUE BUSCA A SU MUJER EN CIUDAD JUÁREZ




Pienso en ti. No sé si en un sentido amplio,


con razón o sin ella, en un país en vías de desarrollo,


en islas con hoteles cinco estrellas.





Pienso en ti en círculos, a medio cigarro,


en los etcéteras, en asuntos que tienen


que ver con números y cajeros automáticos





Pienso en ti cuando escucho a Joy Division,


en la historia de la humanidad y las periferias


de los actos sencillos: en el helado, el birote,


los huevitos de Pascua





No sumo ni resto: Una capa de luz es suficiente


para iluminarme el resto de la noche