martes, 11 de agosto de 2009

DEL NIÑO QUE SE ENAMORÓ PENSANDO QUE ERA UN ÁRBOL


Y este sueño de jazmín y romero
-colmillos de un murciélago de canela-
enciende las sirenas y escolta el ADO
que desdobla el dedito de paja
y señala a la ciudad de Xalapa

Mi corazón es el árbol que se descorteza
con su partitura de hojas en llamas

5 comentarios:

Alejandra dijo...

Chincho...el pequeño Chincho...

¿Qué hacías ayer solito en el parque de la marimba?

¿Acaso fui testiga de cuando escribías estos poemas?

Laura Baeza dijo...

Y mañana la despedida del ADO para iniciar el viaje.

Un beso.

GODDES dijo...

Ese niño, sin duda, tiene los ojos más bonitos que haya visto

Besos

Ah, el ADO, qué tiempos aquéllos, de mochila y mezclilla

marina dijo...

AH, CHINCHO, SI TE VIERA CERCA TE PONDRÍA UN SOMBRERO Y TE PINTARIA UN CORAZÓN CON MI NOMBRE

TE QUIERO MUCHO

luis daniel pulido dijo...

Alejandra:

Efectivamente, escribía los poemas que leíste. Pero no estaba solo, me acompañaban mis amigos, el temible Deftone y el, ahora, canta-autor Toño Quijote

Laura:

Que nunca falte el abecedario de cereal crujiente. Chincho y yo te visitaremos de vez en cuando en nuestra bonita nave

Besos, muchos besos para ti

Yuri:

Y eso que casi no funcionan, pero...

Marina:

Te cambio el sombrero por una gorrita de los Raiders

¿Sale?